
Dieta vegana para mantener a raya los niveles de colesterol
Mucho es lo que se ha dicho acerca de las dietas veganas, tanto a favor como en contra, sin embargo, a pesar de las voces críticas que se levantan contra ellas, diversos estudios han demostrado que un régimen de estas características ayuda a reducir considerablemente los niveles de colesterol en la sangre. Las observaciones han permitido determinar que un plan alimenticio basado principalmente en alimentos de origen vegetal se asocia directamente con una reducción en los niveles de colesterol total. Esto se da, según los expertos, porque el organismo empieza a experimentar cambios en la composición corporal, manteniendo así los niveles de colesterol a raya.
Una persona que siga un régimen alimenticio basado en plantas puede presentar en total unos 29,2 miligramos por decilitro menos de media; a su vez, en los ensayos clínicos el colesterol llegaba a estar cerca de 12,5 mg/dL más bajo. Los estudios efectuados por los especialistas arrojaron más datos interesantes: una dieta vegana podría reducir cerca de 22,9 mg/dL del colesterol LDL, casi 10 puntos más que una dieta vegetariana (12,2 mg/dL) mientras que la reducción de colesterol HDL tan solo llegaría a los 3,6 mg/ (en la dieta vegetariana la reducción sería levemente menor, 3,4 mg/dL).
La explicación dada por los expertos acerca de esta correlación entre dietas veganas y menores niveles de colesterol radica en el consumo de plantas y la exclusividad de cereales, legumbres y verduras en el menú diario y la significativa reducción en el consumo de azúcares y grasas saturadas. Pero, si resultan tan buenas para ayudar a mantener los niveles de colesterol en la sangre a raya, ¿por qué son tan atacadas estas dietas? De acuerdo con el sitio http://omicrono.elespanol.com/, al dejar de ingerir nutrientes de origen animal el organismo puede experimentar diversas complicaciones:

Si bien es cierto que la reducción en el consumo de carnes disminuye el riesgo de padecer problemas de circulación o infartos, erradicar por completo este alimento del menú puede provocar un déficit de vitamina B12, situación que podría desencadenar alteraciones en el sistema nervioso y a nivel cerebral, con el peligro de desarrollar trombos y aterosclerosis. La falta de esta vitamina también ocasiona la reducción de glóbulos rojos en la sangre.
Los aceites omega 3 son de gran importancia para el desarrollo del cerebro y para cuidar la salud cardiovascular, sin embargo, los alimentos ricos en estos aceites como el pescado o los huevos están prohibidos en las dietas veganas.
Las dietas veganas pueden influir en el estado de ánimo de las personas provocando falta de motivación, apatía, fallas en la memoria, debilidad muscular y cansancio.
¿De dónde se obtienen las proteínas?
Una pregunta pertinente si se entiende que son las carnes las principales fuentes de proteínas. En la dieta vegana, los principales recursos que aportan estos nutrientes provienen de los granos como las lentejas (18 gramos por taza), productos integrales de soya, tales como el tempeh y el tofú, los granos enteros y las nueces y semillas. Vegetales como el brécol aportan igualmente contenido proteínico.
Llevarla con cautela
Es respetable que una persona decida llevar este estilo de vida, pero es necesario que tome algunas precauciones para evitar potenciales problemas como los anteriormente vistos. Lo primero que se ha de hacer es consultar con un nutricionista para prevenir alteraciones radicales en el funcionamiento de nuestro organismo. Se deberá planificar la dieta adecuadamente, los frutos secos como las nueces harán parte de este régimen ya que son ricos en aceites omega 3. También se deberá consumir algas que contengan vitamina B12 y se incluirán complementos vitamínicos, minerales y de ácidos grasos esenciales. No se tiene que prescindir del todo de los huevos, una opción es consumir huevos orgánicos libres de corral. La leche sin pasteurizar podría igualmente hacer parte del menú de un vegano.